CÓMO VENCER EL AUTOBOICOT

miedo al exito

La mente es muy compleja porque el ser humano no sólo puede tener miedo de las cosas malas, sino también de las cosas buenas.

El éxito, por ejemplo, en más de una ocasión produce sensación de vértigo. El miedo al éxito lo puede experimentar cualquier persona en algún momento de su vida, y suele tener como consecuencia el autoboicot.

El autoboicot, como indica la palabra, consiste en ponerse trabas a uno mismo, creer firmemente que no seremos capaces de alcanzar nuestros deseos en cualquier aspecto de la vida: laboral, afectivo, académico, familiar, etc. Es como un círculo del que la persona no sabe cómo salir porque, además, tropieza una y mil veces con la misma piedra.

Se podría decir que en esencia se trata de un temor que se basa en el miedo al cambio: está claro que el éxito también conlleva cambios importantes en la vida de la persona, le hace salir de su zona de confort y de seguridad (del terreno conocido). Pero también podemos encontrarnos con culpabilidad inconsciente, sentirnos culpables porque estaríamos logrando aquellos objetivos que nuestros padres – o las figuras a las que consideramos importantes para nosotros – no pudieron lograr, por dar un ejemplo.

El miedo forma parte de la condición humana, es como un ancla que nos invita a permanecer cómodos en nuestra situación. Sin embargo, es importante saber escuchar esa emoción para actuar a pesar de todo. De lo contrario, no avanzaríamos en la vida, y no tendríamos nuevas experiencias que nos ayuden a crecer como personas. El miedo al éxito nace ante los riesgos que supone tomar ciertas decisiones. Y es que el éxito es solo una cara de la moneda: cuando actúas, siempre existe un margen de error. Por ello las personas tienen miedo de equivocarse, de no ser capaces de tomar la decisión correcta.

Autoboicot en el plano sentimental

Algunas personas tienen mucho éxito en su profesión y, sin embargo, no tienen la misma seguridad en el ámbito personal. De hecho, es frecuente que aquellos que no tienen la fortuna de encontrar el amor que anhelan se centren tanto en su trabajo que eso también les ayude a triunfar de verdad en el ámbito laboral.

 

Existen diversas actitudes características de las personas que se boicotean a sí mismas en el plano sentimental:

La adicción al trabajo y la dependencia de la actividad profesional es la primera fuente de autoboicot a nivel sentimental. Se trata de individuos que, en muchos casos, ponen el trabajo como excusa para no hacer nuevos planes, no acudir a fiestas y, en general, para evitar cualquier plan que implique interaccionar socialmente.

 

Al reducir al mínimo su círculo social se impiden a sí mismas conocer a nuevas personas. Quien quiera encontrar el amor también tiene que buscarlo, poner límites a la jornada laboral, emprender la aventura de entablar nuevas relaciones, y buscar actividades en las que poder conocer gente afín.

 

Prejuicios: las personas que se boicotean a sí mismas en el plano sentimental, se han acomodado tanto en la idea de que nunca van a encontrar el amor que tiran a la basura, a causa de sus prejuicios, cualquier idea externa que reciben. Por ejemplo, si les proponen buscar el amor a través de Internet, en seguida ponen la excusa de que este gesto es propio de personas desesperadas y solitarias.

 

Detrás del autoboicot existe una realidad: las personas no avanzan en muchas ocasiones porque no quieren hacerlo. Aunque están insatisfechas con su situación vital, en el fondo se encuentran cómodas.

 

Alcanzar el éxito en el trabajo o en el amor tiene un precio: el esfuerzo y, también, la frustración que produce el hecho de que las cosas no siempre salen bien a la primera. Podemos encontrarnos también que, las personas que se boicotean a sí mismas en el plano del amor envidian la vida de las parejas cercanas, viven la vida como si fuese un escaparate en donde solo reluce lo bonito. No son objetivas porque desconocen el fondo de esas relaciones que idealizan.

 

Existen otro tipo de prejuicios que conducen al autoboicot. Uno de los más habituales es creer que a partir de los 40 años de edad es imposible conocer a alguien especial. Este prejuicio se puede romper de forma objetiva haciendo uso de la racionalidad: existe gente buena de todas las edades, y en la actualidad hay más personas libres que nunca porque el número de solteros/as va en aumento; además, los casos de divorcio crecen, lo que multiplica las posibilidades de encontrar pareja en la madurez.

 

El miedo al amor también es una forma de autoboicot. Así se comportan quienes tienen un príncipe azul en mente que nunca encuentran en la vida real. En esencia, quienes buscan un ser ideal, están huyendo de un amor real. Un amor en el que podrían perder el control de la situación, en donde no todo sería color de rosa, y en donde habría decepciones. Sin embargo, hay que recordar que todo en la vida tiene aspectos positivos y negativos.

 

El miedo al qué dirán es otra forma de autoboicot en el que caen aquellas personas que necesitan constantemente de la aprobación de los demás para dar cualquier paso en su vida.

Autoboicot en el trabajo

La personalidad y la forma de reaccionar ante determinadas situaciones, hacen que algunas personas sean más propensas al autoboicot en el trabajo. Veamos cuáles son esas actitudes que te empujan a boicotearte a ti mismo y te impiden conseguir el éxito en el ámbito laboral:

 

El miedo al éxito afecta especialmente a las personas que son racionales hasta el extremo de querer tenerlo todo siempre bajo control. El éxito se caracteriza precisamente por desbordar en ciertos momentos a quien lo vive.

 

Por otra parte, las personas con una baja autoestima, que se han convencido a sí mismas de que no son lo suficientemente valiosas para tener éxito, son susceptibles de caer en el autoboicot. Pueden hundir proyectos importantes mediante un diálogo interior negativo. Se dicen a sí mismas frases del tipo: “no puedo”, “no sirvo para esto”, “voy a fracasar”, “existe gente más preparada que yo”… A través de estos pensamientos se generan emociones desagradables como la tristeza o la ira, y dichas emociones se reflejan en sus acciones a través de la desmotivación y el desgano.

 

Las personas perfeccionistas al extremo son muy duras consigo mismas, no valoran con objetividad sus logros, todo lo que consiguen les parece insuficiente; de esta forma, no disfrutan de un proceso creativo.

También quienes tienen una profesión expuesta a la opinión del público son especialmente vulnerables a este autoboicot. Así por ejemplo, existen personas con una gran capacidad creativa que sueñan en teoría con escribir un libro pero que en la práctica nunca han podido dar el paso porque rompen los folios por la insatisfacción que les produce su trabajo.

 

Las personas que han sido educadas en un ambiente muy rígido, donde han recibido pocos elogios y pocas felicitaciones por sus logros, también tienen un miedo especial al éxito porque no se sienten preparadas para afrontarlo. Por ello es tan importante que los padres alimenten la autoestima de sus hijos desde la etapa infantil con palabras de cariño y muestras de afecto (a futuro profundizaré sobre este tema).

 

El autoboicot surge también en aquellos que se comparan constantemente con los demás en el plano laboral. Existen personas que sufren un gran complejo de inferioridad y creen que siempre hay alguien mejor, por tanto, se quedan en la sombra.

 

En conclusión, nos damos cuenta que el autoboicot está constituido por creencias limitantes que son las que nos impiden lograr nuestros objetivos. Todas programadas por experiencias pasadas o por información inconsciente de nuestro clan. La idea es transcenderla si queremos vivir en armonía y ser exitosos.

¿Cómo superar el autoboicot?

Notarás que tener estos pensamientos negativos de ti mismo te agota energéticamente, esto pasa porque a nivel pensamiento activamos las emociones, y las emociones son energía en movimiento, y más aún cuando este diálogo interior está lleno de juicios de valor negativo, sobre tu capacidad y tu merecimiento.

 

Aprender a evitar los pensamientos negativos que nos impiden prosperar y ser felices puede resultar difícil, pero no imposible.

 

Cuando te venga una idea a la mente no los descartes de inmediato, anótala en una libreta, madurala, y date un tiempo para decidir qué quieres hacer. Pedí opinión a un amigo de confianza, a alguien que sabes que desea lo mejor para vos.

 

Detrás de todo miedo, existe una causa que lo provoca. Cuando esa causa llega a paralizar la vida de la persona una vez tras otra, es decir, cuando te ves en situaciones similares en diferentes momentos de tu vida, entonces ha llegado el momento de mirar dentro de ti para saber de verdad qué es lo que te da tanto miedo. En ese caso puede ser positivo contar con el apoyo de un Biodescodificador para hacer un proceso de autoconocimiento, para encontrar cuales son las creencias limitantes que hay que resignificar.

 

Contar con la ayuda de un profesional es importante para evitar el autoboicot, puesto que el objetivo es hacer cambios en la vida de la persona. De lo contrario, si alguien no hace cambios no puede esperar resultados diferentes, y seguirá confirmando una vez tras otra su sensación de fracaso.

 

Para salir del autoboicot debes explorar diferentes caminos, buscar distintos planes de acción para lograr un objetivo; arriesgate, porque solo a través del riesgo se alcanza el éxito: quien quiera recorrer en la vida un camino de certezas nunca alcanzará los verdaderos sueños de su corazón.

 

La incertidumbre siempre está al inicio del camino, pero la duda se va despejando. Si te boicoteas no te das la oportunidad de vivir.

 

Deja de hacerte preguntas constantemente por todo y ponete en movimiento, actuá. Las preguntas constantes refuerzan la inseguridad.

 

Crea nuevos hábitos en tu vida. Date un premio cada vez que hayas dado un pequeño paso.

 

Se consciente que el éxito y el fracaso son relativos, lo importante sos vos y tu felicidad.

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